Más de un millar de personas marchan por las calles de la capital aragonesa en respuesta a la masacre israelí
«Están siendo meses muy duros, en cualquier momento esperas malas noticias», asegura Nasser, un ciudadano palestino que lleva más de dos décadas residiendo en Aragón
Alberto Arilla, Zaragoza
Las calles de Zaragoza se han teñido de rojo, negro, blanco y verde este sábado en solidaridad con el pueblo palestino. Unos colores que representan algo más que una bandera. Son su esperanza. Su forma de afrontar lo que sucede a miles de kilómetros de distancia, en la que, para muchos, un día fue su casa. «Gaza, no llores, volverán tus colores», pregonaban a voz en grito los más de mil ciudadanos que abarrotaron una manifestación convocada por la Casa Palestina en ocho localidades de Aragón, y que en el caso zaragozano ha discurrido desde plaza Huesca hasta la calle Santander.
Uno de ellos es Nasser, un palestino que lleva 22 años residiendo en la capital aragonesa, donde asegura recibir muestras de afecto casi a diario. «Aragón está con Palestina. Todo el mundo que te encuentras te abraza y te quiere», decía emocionado. «Están siendo meses muy duros, en cualquier momento esperas malas noticias. Tenemos familiares, amigos… Pero no vamos a dejar nuestra tierra vacía para que la ocupen con colonos, que es lo que quiere Israel». Algo similar a lo que le sucede a Ajmad, quien aún conserva ocho hermanos en Cisjordania: «Esperamos que todo esto pase pronto. Mi familia tiene ahí sus casas, sus trabajos, sus amigos. Todo. Esto no es una guerra, es un genocidio».