20/4/2024. Se cumplió un año, el 15 de abril, de la lucha armada entre los dos bandos militares que se disputan Sudán y sus riquezas en primer lugar el oro. Ambos bandos pelean entre ellos, pero están reprimiendo salvajemente a la mayoría del pueblo trabajador de Sudán.
El conflicto, que enfrenta a las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), encabezas por el general Abdelfatah al Burhan, con el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), del general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, produjo más de 9 millones de desplazados de sus casas y lugares de vivienda e innumerables civiles muertos o gravemente heridos.
En realidad, la mayor parte de los desplazados y el hambre que está sufriendo la mitad de la población de 45 millones de habitantes de Sudán, se produce mayormente por la brutal represión de ambos bandos militares a la población civil. En su gran mayoría no está involucrada en el conflicto entre esos dos bandos, pero es expulsada por militares que entran a sus casas, que además violan mujeres y se roban sus pertenencias, o sufren bombardeos aéreos de sus viviendas.
Como lo dice una nota periodística del diario español El Salto “La confrontación entre el ejército y las milicias en Sudán implica una guerra contra la población que se levantó por la democracia y ahora lucha por su supervivencia”.
La rebelión popular del 2019 y la contrarrevolución
Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarte Internacional
14/04/2024.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) denunciamos la prohibición del Palæstina Kongress, organizado en Berlín para denunciar la complicidad de Alemania en el genocidio en curso en Palestina. El congreso, al que se habían inscrito 600 participantes, que contaba con un programa de panelistas internacional de primer nivel, fue disuelto por la policía unos minutos después de haber empezado.
Una compañera de Lucha Internacionalista, sección de la UIT-CI en el estado español, que viajó a Berlín para del congreso, fue testigo de la represión. Durante horas, 2.500 agentes de la policía llegados de toda Alemania, rodearon el edificio donde debía celebrarse el evento y entraron en el recinto y el edificio. Redujeron el aforo a 250 participantes por «razones de seguridad» sin justificar, con lo que la mayoría de activistas se quedaron fuera. A pesar del trabajo previo para que toda la prensa asistente estuviera acreditada, la policía abrió una puerta trasera para que entraran 50 periodistas sin acreditación. Esa misma prensa había estado difamando al congreso con acusaciones de antisemitismo y apoyo a la violencia, a pesar de que las portavoces de la conferencia aclararon en repetidas ocasiones, en ruedas de prensa y entrevistas, el compromiso del congreso “con los derechos humanos de todas las personas y pueblos del mundo”.
Unos 30 policías se desplegaron en la sala para intimidar a los participantes. Ordenaron a los organizadores leer sus condiciones para el desarrollo del congreso: no podía haber referencias contra la existencia del estado de Israel, apoyo a la «violencia » ni exhibición de símbolos de la red de apoyo a las personas presas palestinas Samidoun o del Frente Popular por la Liberación y otras organizaciones que Alemania considera ilegales. Finalmente, el congreso empezó, pero a la media hora la policía cortó la luz de todo el edificio para impedir la retransmisión online y con un altavoz anunciaron la cancelación de los tres días de congreso y que había que desalojar la sala. Dos miembros de la organización alemana Voces Judías por una Paz Justa (judíos antisionistas) fueron retenidos. En Alemania, los derechos a la libertad de expresión y asociación quedan en papel mojado cuando las grandes potencias defienden al estado genocida de Israel.
Pero la represión había empezado mucho antes. Desgraciadamente, esto no es nuevo: en las semanas anteriores al congreso los grupos organizadores sufrieron ataques mediáticos, políticos, económicos (la cuenta corriente de Voces Judías fue clausurada), y legales. El médico palestino Ghassan Abu Sitta, invitado al Congreso para relatar su experiencia trabajando en los hospitales de Gaza en las primeras semanas del genocidio, fue retenido en el aeropuerto de Berlín y enviado de vuelta a Londres. Le prohibieron realizar cualquier actividad política en Alemania e incluso dar su conferencia online desde el extranjero bajo amenaza de multas. Como él mismo dijo, Alemania es cómplice en el genocidio y no permite hablar a quienes han sido testigos de ello. Abu Sitta es ciudadano británico y rector de la Universidad de Glasgow. También Yanis Varoufakis, exministro de Syriza y dirigente de Diem 25, fue vetado en Alemania después de publicar en un tuit un vídeo con la intervención que había preparado para el congreso.
El sábado 13 una manifestación recorrió el centro de Berlín para denunciar la prohibición del congreso en un ambiente cargado de energía y combatividad. Al día siguiente, hubo concentraciones delante de las embajadas alemanas en más de 20 ciudades, entre ellas: Dublin, Londres, Paris, Tokio, Nueva York, Barcelona, Chicago y Ciudad de Mexico.
29/11/2023. La Corte Suprema de Justicia de Panamá declaró inconstitucional la ley 406 mediante la cual se establecía un leonino contrato minero con la transnacional canadiense First Quantum Minerals por 20 años para explotar la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica.
Ese fallo fue producto de más de 2 meses de movilización obrera y popular encabezada por el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción (Suntracs), así como la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), todos los demás gremios docentes. A este movimiento se sumaron, los médicos, enfermeras, trabajadoras y trabajadores de la salud, jóvenes estudiantes, mujeres, pueblos originarios y diversos sectores populares.
Las masivas protestas que abarcaron a todos los sectores populares, se extendieron a todas las regiones del país. Sin lugar a dudas este es un triunfo de la lucha, de la movilización masiva y unitaria, contra un contrato lesivo para los intereses del pueblo trabajador panameño, que iba a propiciar una brutal destrucción ambiental, con repercusiones en toda la región centroamericana.
En ese marco, miles de trabajadores, trabajadoras y sectores populares se concentraron ayer frente a la sede de la Corte donde realizaron un acto celebrando el triunfo logrado por el pueblo panameño.
En dicho acto intervino la dirigente sindical Priscilla Vásquez, ex presidenta de la Asociación de Empleados de la Caja de Seguro Social AECSS, que también como parte de Propuesta Socialista, sección panameña de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, había venido participando en las movilizaciones. En su intervención recordó a Virgilio Araúz “Villo”, dirigente de Propuesta Socialista, quien falleció pocas horas antes del fallo judicial, afirmando que siendo este un triunfo de la clase trabajadora y del pueblo panameño, también era un triunfo de Villo, como parte del mismo, y que en medio de su enfermedad no había dejado de participar en la lucha hasta su último momento. Los presentes cerraron la intervención gritando: “Virgilio Araúz…presente…hasta el socialismo siempre”.
Ahora la lucha debe continuar para asegurar que este triunfo sea aplicado y que no existan maniobras dilatorias por parte del gobierno o de la multinacional minera canadiense.