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Noviembre de 1918-Enero de 1919 / A 105 años de la revolución alemana

Escribe Francisco Moreira

El 9 de noviembre de 1918 la revolución obrera obligó al káiser Guillermo II a renunciar y terminó con el Imperio Alemán. La traición del Partido Socialista Alemán (SPD) y la Segunda Internacional salvó a la burguesía, que retuvo el poder. Como entonces, las decepciones y traiciones de los falsos “socialistas” de hoy, plantean la imperiosa necesidad de construir partidos revolucionarios.

A cuatro años de iniciada la “gran guerra” interimperialista (primera guerra mundial), el hartazgo de los soldados, trabajadores y campesinos alemanes provocado por las penurias padecidas y las sucesivas derrotas militares explotó en un amotinamiento en la flota apostada en la ciudad de Kiel, a orillas del Mar Báltico. A fines de octubre de 1918, los marineros se negaron a intervenir en la última batalla contra los británicos. Respondiendo a la represión del motín, desarmaron a los oficiales, ocuparon los barcos y liberaron a los presos. Formaron un “consejo de trabajadores y soldados” que tomó el control del puerto y envió delegaciones a todas las grandes ciudades alemanas. La revolución se extendió rápidamente por todo el país. Se formaron consejos que exigían la paz sin anexiones y el derrocamiento del káiser (emperador) Guillermo II. En la noche del 8 de noviembre un centenar de dirigentes revolucionarios ocuparon el Reichstag (Parlamento) en Berlín y conformaron un “consejo de representantes del pueblo”, llamando a un congreso de los consejos de soldados y trabajadores. La insurrección del 9 de noviembre obligó a abdicar al káiser, terminando con la monarquía, mientras una multitud en el Palacio Real y el Reichstag proclamó la “República Socialista”.

La traición de los falsos “socialistas”

Desde 1916 el poder en Alemania estaba de hecho en manos del Comando Militar Supremo, que había impuesto el estado de sitio, jornadas laborales de 12 horas y reducción salarial. Pero desde 1917 hubo masivas huelgas organizadas por 300.000 trabajadores de la industria bélica en Berlín, Leipzig y Dusseldorf. En enero de 1918 tuvo lugar un verdadero “ensayo de revolución”, con un millón de trabajadores en huelga general y movilizados por los consejos de trabajadores y soldados. Cada vez más manifestantes luchaban por el fin de la guerra, la paz sin anexiones, contra la carestía de la vida y contra la monarquía.1

La agitación en Alemania se sumó a la oleada revolucionaria que sacudió Europa, devastada por la carnicería de la guerra interimperialista. En febrero de 1917 cayó el zar (rey) Nicolas II de Rusia y en octubre los “soviets” (consejos de obreros, campesinos y soldados) tomaron el poder, instaurando el primer gobierno obrero y campesino revolucionario, dirigido por el partido bolchevique de Vladimir Lenin y León Trotsky. En noviembre de 1918, le tocó el turno al imperio alemán.
Pero ante la caída del káiser, el príncipe Max von Baden, canciller imperial, negoció la formación de un gobierno falsamente “socialista” con el principal partido obrero reformista, el Partido Socialista Alemán (SPD). El SPD y sus líderes Friedrich Ebert y Philipp Scheidemann celebraron “el nacimiento de la democracia alemana” y se dispusieron a conciliar con los partidos burgueses para definir la forma del Estado en el marco de la continuidad del régimen capitalista.
El SPD conducía al movimiento obrero alemán y a la Segunda Internacional. En el inicio de la guerra, tenía un millón de miembros, dos millones de afiliados en los sindicatos, 110 diputados nacionales, 220 provinciales y 2.886 municipales. Con el “socialista” Ebert como presidente del “nuevo gobierno de obreros”, el SPD consumaría la traición a la “revolución de noviembre”. Su objetivo no era lograr un gobierno revolucionario de los consejos de trabajadores y soldados en la lucha por el socialismo sino, por el contrario, sofocar el movimiento revolucionario y encauzar la nueva etapa republicana en los marcos del dominio burgués.

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Derechos Humanos Internacional Sindical

Sindicatos de todo el mundo boicotean el suministro de armas al régimen genocida israelí

Los sindicalistas canadienses tegen wapenleveringen aan Israel. Foto: vía X

Publicado el 15 de noviembre de 2023 / Por Sindical

Poco después del inicio de la escalada contra Gaza los sindicatos palestinos pidieron a sus colegas de todo el mundo que boicotearan el suministro de armas a Israel. En muchos países se está haciendo caso a ese llamamiento. La lista de países crece cada día. 

 Por Marc Vandepitte – Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus.

Cuando “Israel” desató su implacable venganza contra la población de Gaza, los sindicatos palestinos pidieron a sus colegas de todo el mundo que boicotearan el suministro de armas a Israel:

“Mientras “Israel” intensifica su campaña militar, nosotros, como sindicatos palestinos, hacemos un llamamiento a nuestros colegas internacionales y a todas las personas de conciencia para que pongan fin a toda forma de complicidad con los crímenes de “Israel”. Pedimos con la máxima urgencia que se ponga fin al comercio de armas con Israel, así como a toda financiación e investigación militar. Ha llegado el momento de actuar: hay vidas palestinas en juego”.

Los sindicatos belgas fueron los primeros en dar el ejemplo. En un comunicado de prensa conjunto pidieron que se detuvieran los envíos de armas destinados a “Israel”. Se niegan a contribuir a la matanza de víctimas inocentes y piden un alto el fuego inmediato:

“Los distintos sindicatos activos en el sector de la asistencia en tierra pedimos a nuestros afiliados que dejen de atender vuelos que envíen material militar a Palestina/Israel, tal y como había acuerdos y normas claras al principio del conflicto con Rusia y Ucrania”.

Muchos países siguen el ejemplo belga. La lista crece cada día.

En Estados Unidos una parte del sindicato de la industria automovilística (UAW), que actualmente libra una dura batalla para conseguir aumentos salariales, pide que se boicotee a “Israel”:

“Vemos con horror cómo Estados Unidos envía tropas para ayudar en una invasión terrestre “israelí” de Gaza. Lamentamos la pérdida de vidas civiles. Rechazamos categóricamente el apoyo de Estados Unidos al Régimen asesino “israelí” en su genocidio en curso contra los palestinos, que ha matado a más de 7.000 personas y herido a 16.000 en ataques aéreos desde el 7 de octubre, y ha cortado el suministro de agua, alimentos y electricidad a la población de Gaza.

Pedimos a la UAW que apoye y aplique el boicot, la desinversión y las sanciones (BDS)”.

En Barcelona los estibadores decidieron no permitir el envío de materiales al conflicto de Gaza. Lo hacen con el “único propósito de proteger a la población civil, independientemente del territorio. Ninguna razón justifica el sacrificio de civiles”.

Los estibadores consideran una “obligación” colectiva defender “con uñas y dientes” la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Critican el hecho de que muchos países parecen haber olvidado que firmaron esa Declaración. Señalan que esos derechos humanos “se violan actualmente en Ucrania, “Israel” y los territorios palestinos”.

Los estibadores piden un alto el fuego inmediato y soluciones pacíficas a los diversos conflictos.

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Derechos Humanos Internacional Sociedad

Cómo la guerra de Israel contra Gaza expuso el odio de Occidente hacia los palestinos

JOSEPH MASSAD
El desprecio de los blancos occidentales por el pueblo palestino no es nuevo: es una sólida tradición que se remonta al siglo XIX

La guerra palestino-israelí en curso ha galvanizado un apoyo occidental masivo a los judíos israelíes, junto con llamados genocidas para «acabar» con los palestinos de todo el espectro político occidental.

De hecho, incluso voces que simpatizan con los palestinos condenaron el ataque contra sus guardias penitenciarios israelíes el 7 de octubre. También se apresuraron a adoptar la propaganda israelí, incluidas las extravagantes afirmaciones sobre bebés decapitados y violaciones, de las que luego se retractaron silenciosamente los mismos medios occidentales como CNN y Los Angeles Times que inicialmente ayudaron a difundir estas mentiras.

Este odio fanático occidental hacia los palestinos y la adoración a Israel han conmocionado a la mayoría de los árabes, incluso a aquellos que ya consideraban a Occidente el principal enemigo del pueblo palestino.

Durante las últimas cuatro décadas, entre los intelectuales, empresarios y las elites políticas árabes liberales y pro occidentales ha prevalecido la idea errónea de que los liberales occidentales, e incluso algunos conservadores, habían cambiado su visión de los palestinos y se habían vuelto menos hostiles.

Sin embargo, he pasado la mayor parte de las últimas tres décadas argumentando que este cambio en la percepción occidental de los palestinos se limita a que no son más que víctimas de masacres. Pero esto no se ha traducido en apoyo occidental a su derecho a resistir a sus sádicos colonizadores, y cualquier simpatía que reciban siempre coexiste con el eterno apoyo occidental a Israel, independientemente de cuántos palestinos mate.

Una tradición sólida

El desprecio de los blancos occidentales por el pueblo palestino es una sólida tradición que se remonta al siglo XIX. En ese momento, los palestinos indígenas resistieron a los fanáticos protestantes evangélicos blancos estadounidenses, británicos y alemanes que buscaban establecer colonias en Palestina. Los británicos también habían patrocinado un proyecto para convertir a los judíos europeos al protestantismo y enviarlos a Palestina para colonizarla. Pero como este proyecto logró un éxito limitado, condujo al surgimiento del sionismo judío.

Los judíos sionistas de finales del siglo XIX en adelante mostraron un desprecio similar por el pueblo palestino, cuya derrota, muerte y expulsión buscaban para cumplir su proyecto de colonización del país.

El desprecio racista europeo y estadounidense por los palestinos se debió a las actitudes coloniales blancas tradicionales hacia los pueblos no blancos antes de la Segunda Guerra Mundial.

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Derechos Humanos Internacional Sociedad

Cómo el fascismo destruye a los pueblos y a sus gentes

Publicado noviembre de 2023 / Por Patrocinio Navarro Valero

El sionismo – que no judío, sino nazi-israelita- podría usar  la música de fondo del Séptimo de Caballería que le enseñó a admirar su modelo yanqui mientras asola Gaza  con sofisticados tanques y aviones; territorio que no le pertenece y habitado por pobres con piedras a los que pretende expulsar y matar  sin dejar piedra sobre piedra.

Este crimen tan increíble  como  espeluznante está sucediendo a la vista de todos mientas  los criminales se enorgullecen de ejecutarlo como  quien cazó un oso y exhibe su piel para provocar admiración.  Y estos criminales tienen su público admirador,  pero no  vayan  a creer que se trata de resentidos sociales, de marginados hartosde fentanilo, o de psicópatas del tres al cuarto como  el loco que se pone a disparar en un  supermercado o  en un colegio. No. Se trata de una conjura de fascistas y fascistoides, de una conjura criminal.

¿Cómo poder  imaginar que los autores de esta barbarie propia de los tiempos más oscuros de la historia criminal de nuestra especie fuesen personas con formación universitaria, representantes de gobiernos como los los de EEUU, los europeos y otros de su misma calaña? ¿Cómo alcanzar a imaginar  que estos mismos tipos que afirman defender los derechos humanos y democráticos y bla bla fueran capaces de visitar al padrino del crimen contra el pueblo desarmado para ofrecerle armas, reconocimiento y apoyo moral para que siga matando sin preocuparse por nada? Difícil ejercicio para una mente sana.

Con este apoyo de Estados Unidos y su servil Europa los ejecutores de este crimen inimaginable pueden matar a sus anchas, como quien entra en un coto de caza con perros, y por eso lo hacen a cara descubierta y  jaleados por sus semejantes en todo el mundo viendo cómo acaban con las vidas de  niños y niñas, de jóvenes y ancianos, de enfermos y de heridos sin hospitales y contra miles de bebés y parturientas sin servicios médicos y sin higiene. Ya no hay comida, ni agua ni medicinas. Ya no hay electricidad, y en los pocos hospitales que aún quedan hemos oído que los cirujanos cortan brazos o piernas sin anestesia y con la luz de los teléfonos móviles. ¿Es posible  imaginar algo peor?

Creíamos que lo peor era una guerra, pero ignorábamos que eso se pudiera superar. Ignorábamos qué era lo siguiente en una época supuestamente civilizada pero que  no terminaba de superar los conflictos bélicos. Ahora ya sabemos qué era lo siguiente, que  esta no es una época civilizada, que no lo ha sido nunca y que   no  es posible que llegue a serlo jamás con estos mimbres, porque  no paree que haya pasado el tiempo  desde el  genocidio contra el pueblo indio llevado a cabo por las mismas miserables razones y por los mismos tipos cultos de entonces con sus bandas criminales.

Otro  asesino de ese mismo calibre dirige  Israel: un tal Netanyahu. Este sujeto estudió con detalle la Historia y el modo cómo un ejército de colonos  protegidos por soldados logró quedarse con el territorio de lo que hoy son los Estados Unidos, sembrando de sangre india las verdes praderas para colocar granjas, industrias, pozos petrolíferos y  gigantescos depósitos almacenes de armas en venta  al alcance de cualquiera. Y Netanyahu quiere lo mismo que sus padrinos de allí, sus  protectores incondicionales. Así que puso en marcha un plan satánico que debía culminar en  el genocidio, la limpieza étnica, y la expulsión para no volver jamás de los supervivientes  de bombarderos, tanques y artillería.

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Derechos Humanos Internacional

¡Por la inmediata libertad de Ahed Tamimi!

Escribe Adolfo Santos

En momentos en que asistimos al terrible genocidio de las tropas sionistas sobre la población palestina en Gaza y Cisjordania, nos enteramos del secuestro de la joven activista palestina Ahed Tamimi a quien además le destruyeron su casa en la aldea Nabi Saleh al noroeste de Ramallah. Su crimen: ser activista de la causa de su pueblo y publicar en redes sociales opiniones relacionadas con la lucha Palestina.

Tamimi, quedó mundialmente conocida como la temeraria niña que a los catorce años llegó a morder a un soldado israelí para evitar el arresto de su hermano, quien tenía un brazo enyesado e inmovilizado. Después de eso, fue detenida y llevada a prisión en 2017, cuando solo contaba con dieciséis años, por manifestarse contra el asesinato de su primo de apenas dieciséis años a manos del ejército sionista. Otra de las brutalidades del sionismo contra niñas y niños palestinos que gracias a la acción de Ahed Tamimi atrajo la atención mundial y generó solidaridad internacional.

Este nuevo ataque contra la joven activista palestina se dio una semana después de que su padre, Basem Tamimi, fuera detenido por las autoridades israelíes mientras intentaba viajar a Jordania. Ahed, como tantos otros jóvenes palestinos, forma parte de una familia con larga tradición de lucha contra la ocupación de su país. Condenamos esta nueva acción del criminal gobierno de Netanyahu y desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI) nos sumamos a la campaña mundial por la inmediata libertad de Ahed Tamimi.

www.izquierdasocialista.org.ar/2020/index.php/blog/elsocialista/item/22378-por-la-inmediata-libertad-de-ahed-tamimi

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Derechos Humanos Internacional Sociedad

Censuran a diputada norteamericana de raíces palestinas por sus críticas al accionar de Israel

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer una resolución liderada por el Partido Republicano para censurar a la congresista Rashida Tlaib por sus comentarios críticos con Israel y su apoyo a los palestinos en medio de la masacre contra civiles que el Estado de Israel está cometiendo en la Franja de Gaza. Por ANRed

En una medida poco frecuente, por no decir insólita, fue censurada una congresista electa democráticamente para ocupar esa banca. La medida fue propuesta por el Partido Republicano a través de de Georgia Rich McCormick, pero 22 demócratas votaron a favor de la misma.

En 2018, Tlaib ganó las primarias demócratas y se convirtió en la candidata de este partido para el escaño del 13º Distrito de Míchigan en el Congreso de los Estados Unidos y el 6 de noviembre de 2018 se convirtió en la primera mujer palestino-estadounidense y la primera mujer musulmana (junto con Ilhan Omar) en obtener un escaño en el Congreso de los Estados Unidos. ​ En las elecciones de noviembre de 2020, Tlaib fue reelegida sin dificultad como congresista demócrata por Míchigan. Rashida Tlaib es considerada una progresista a la izquierda del Partido Demócrata, al ser miembro, como Alexandria Ocasio-Cortez, de los Socialistas Democráticos de América (DSA). Apoya el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora y la cobertura sanitaria universal.

Tlaib se defendió de los intentos de censura, argumentando que son un esfuerzo para silenciarla y diciendo que sus «colegas han recurrido a distorsionar mis posiciones en resoluciones llenas de mentiras obvias». Tras la votación para hacer avanzar la resolución de censura, Tlaib pronunció un emotivo discurso en el hemiciclo y argumentó que sus críticas al gobierno israelí no deben confundirse con antisemitismo. «Es importante separar a las personas de los gobiernos. Ningún gobierno está exento de crítica. La idea de que criticar al gobierno de Israel es antisemita sienta un precedente muy peligroso, y se ha utilizado para silenciar diversas voces que defienden los derechos humanos en toda nuestra nación», fueron algunas de sus palabras.

«Los gritos de los niños sean palestinos o israelíes no me suenan diferentes a mí, lo que no entiendo es por qué los gritos de los niños palestinos les suenan diferentes a ustedes. No podemos perder nuestra humanidad. Escucho a las voces de los defensores de la paz en Israel, Estados Unidos, Palestina. Me inspiran los valientes sobrevivientes en Israel que, aún habiendo perdido a seres queridos, piden el cese al fuego y el fin de la violencia. Agradezco a la gente que se manifiesta en las calles por la paz, y que camina las calles junto a una gran cantidad de judíos estadounidenses que se ponen de pie y con amor dicen «no en nuestro nombre». Continuaremos pidiendo el cese al fuego, por el envío de ayuda humanitaria  a Gaza, por la liberación de todos los rehenes, incluidos los detenidos arbitrariamente y para que todos los estadounidense regresen a casa. Continuaremos trabajando para la paz duradera y que se respeten los Derechos Humanos de todas las personas y sin cesura. Llamo a la mayoría de los estadounidenses a apoyar un cese al fuego para salvar tantas vidas como sea posible», fueron algunas de sus palabras en un emotivo discurso.

«Biden está apoyando el genocidio en Gaza, no lo vamos a olvidar en 2024» dice en un video que posteó desde su cuenta en la red social X (twitter) que alterna imágenes crueles con las declaraciones de dirigentes y las manifestaciones masivas que muestra a los gobiernos a espaldas de sus pueblos. En el mismo le exige que pida el cese al fuego o «no contará con nosotros».

www.anred.org/2023/11/08/censuran-a-diputada-norteamericana-de-raices-palestinas-por-sus-criticas-al-accionar-de-israel/

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Estados Unidos: triunfa la huelga de obreros automotrices

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

Con un triunfo logrando un 25% de incremento salarial, terminó la larga huelga de obreros automotrices que mantenía desde el 15 de septiembre el Sindicato “Union Auto Workers” en contra de las empresas GM, Ford y Stellantis de Detroit.

Los acuerdos suponen aumentos salariales del 25%, mejores prestaciones para jubilación, y más facilidades para que los trabajadores temporales se conviertan en permanentes en menor tiempo. En la huelga llegaron a participar 45.000 trabajadores y tuvo inmensa repercusión, apoyo y simpatía de los trabajadores de todo el país. Esto llevó al presidente Biden a decir que “apoyaba” la huelga, presionando para que se llegara a un acuerdo y a la vez tratando de que no se extendiera a todo el país en la industria automotriz.

Durante este año, Estados Unidos ha visto un aumento inusitado de los movimientos sindicalistas. Desde Hollywood hasta el sector automotriz, pasando por el sistema sanitario, centenares de miles de trabajadores exigen una mejora en sus condiciones laborales y 350.000 participaron en huelgas en el 2023 y otros centenares de miles lograron mejoras laborales y salariales, sin llegar a una huelga general pero sí amenazando con hacerla.

Este fenómeno viene acompañado de un gran cambio: cada vez son más los estadounidenses que apoyan a los sindicatos y creen que son beneficiosos para los trabajadores y trabajadoras. Por eso, estas grandes huelgas podrían haber sido mucho más generalizadas, dado el descontento de los trabajadores, pero en muchos casos no tienen sindicatos que son prohibidos por muchas empresas, o tienen direcciones traidoras que los frenan.

Por eso se plantea para los trabajadores y trabajadoras la necesidad de fortalecer los sindicatos y de forjar direcciones sindicales, ya que la burocracia sindical que domina las centrales y grandes sindicatos terminan claudicando ante las patronales y gobiernos. También se plantea la necesidad de construir una alternativa política de los trabajadores independiente de Republicanos y Demócratas, que son los partidos dominantes que sirven a los capitalistas, para luchar por cambios de fondo en la economía nacional.

http://izquierdasocialista.org.ar/2020/index.php/blog/elsocialista/item/22377-estados-unidos-triunfa-la-huelga-de-obreros-automotrices

El Socialista 08/11/23

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Derechos Humanos Internacional Sociedad

Manifestantes bloquean barco militar estadounidense que supuestamente transportaba armas para Israel

Las manifestaciones en Tacoma, Washington, son las segundas que saludan al barco de suministros, después de protestas similares en California.

Un manifestante contempla el puerto de Tacoma, Washington, donde atracó el barco Cape Orlando el 6 de noviembre [Lindsey Wasson/AP Photo]

Por Hilary Beaumont

Publicado el 7 de noviembre de 20237 de noviembre de 2023

Bajo un cielo oscuro y una lluvia constante, cientos de manifestantes pro palestinos se manifestaron en el puerto de Tacoma, en el estado de Washington, para bloquear un buque de suministro militar que creen que llevará armas de Estados Unidos a Israel.

Allí temen que cualquier arma a bordo sea utilizada en la actual campaña de Israel contra la Franja de Gaza, donde más de 10.000 palestinos han sido asesinados.

“Queremos un alto el fuego ahora. Queremos que la gente deje de ser asesinada ahora. Queremos un examen y una acción reales sobre la política exterior estadounidense y la financiación estadounidense a Israel”, dijo Wassim Hage, uno de los manifestantes en la manifestación de Tacoma.

Hage trabaja como administrador de casos y coordinador de extensión comunitaria en el Centro de Organización y Recursos Árabes (AROC), el grupo de defensa que organizó las protestas.

Dijo que una fuente confidencial informó a AROC que el barco sería cargado con armas y equipo militar y enviado a Israel, mientras continúa su ofensiva militar en Gaza.

Al Jazeera no pudo confirmar de inmediato esa acusación. En un correo electrónico a la publicación, Jeff Jurgensen, portavoz del Pentágono, dijo que el barco se utilizó efectivamente para apoyar el «movimiento de carga militar estadounidense».

Pero se negó a ofrecer más información. “Debido a la seguridad operativa, el [Departamento de Defensa de EE.UU.] no proporciona más detalles de transporte, movimiento o información sobre la carga embarcada en estos buques”, escribió.

Los manifestantes en el puerto de Tacoma decoran sus pancartas con rodajas de sandía, un símbolo destinado a evocar los colores de la bandera palestina [Cortesía del Centro de Organización y Recursos Árabes]

Segunda protesta por embarcación

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Protestas en Israel apuntan a Netanyahu por la liberación de cautivos

Miles de personas han salido a las calles en Jerusalén y Tel Aviv por el manejo de la crisis por parte del gobierno.

Miles de personas han salido a las calles en Israel a medida que aumenta la presión sobre el Primer Ministro Benjamín Netanyahu por la falta de preparación de su gobierno para los ataques del 7 de octubre por parte del grupo palestino Hamas y su manejo de la consiguiente crisis cautiva.

La policía retuvo el sábado a cientos de manifestantes frente a la residencia de Netanyahu. Ondeando banderas israelíes azules y blancas, los manifestantes corearon “¡cárcel ahora!” mientras una multitud atravesaba las barreras de seguridad.

En Tel Aviv, el centro comercial de Israel, varios miles de manifestantes, entre ellos familiares y amigos de algunos de los cautivos, corearon: “Tráiganlos a casa ahora”.

“Espero y exijo a mi gobierno que piense de manera innovadora”, dijo Hadas Kalderon, quien dijo que cinco miembros de su familia se encontraban entre los secuestrados.

“Me encuentro en el infierno”, dijo. “Todos los días me despierto con otro día de guerra. Una guerra por la vida de mis hijos”.

Netanyahu hasta ahora no ha aceptado responsabilidad personal por los fracasos que permitieron el ataque sorpresa en el que cientos de combatientes de Hamas irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre, matando a más de 1.400 personas y tomando al menos a 240 cautivas.

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Carta de renuncia de Craig Mokhiber, director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York

Esta será mi última comunicación oficial como director de la Oficina de Nueva York de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).

Le escribo en un momento de gran angustia para el mundo, incluidos muchos de nuestros colegas. Una vez más, somos testigos de un genocidio que se desarrolla ante nuestros ojos, y la Organización a la que servimos parece impotente para detenerlo. Como alguien que ha investigado los derechos humanos en Palestina desde la década de 1980, vivió en Gaza como asesor de derechos humanos de la ONU en la década de 1990 y llevó a cabo varias misiones de derechos humanos en el país antes y después de esos períodos, esta situación me afecta personalmente.

También fue en estas oficinas de la ONU donde trabajé durante los genocidios contra los tutsis, los musulmanes bosnios, los yazidíes y los rohinyás. En cada caso, a medida que se asentaba el polvo sobre los horrores perpetrados contra poblaciones civiles indefensas, se hizo dolorosamente evidente que habíamos fallado en nuestro deber de cumplir con los imperativos de prevenir atrocidades masivas, proteger a los vulnerables y hacer que los perpetradores rindan cuentas. Lo mismo ha ocurrido con las sucesivas oleadas de asesinatos y persecución de palestinos a lo largo de la existencia de las Naciones Unidas.

Alto Comisionada, estamos fracasando una vez más